Imaginad la situación: Estamos en nuestro ordenador y, en ese momento, queremos ver las fotos que tenemos guardadas en nuestro disco duro externo. Sin embargo, cuando intentamos acceder a los ficheros, nos damos cuenta de que es imposible abrirlos. El motivo es que el disco se ha estropeado, perdiendo toda la información que teníamos en su interior.
Lo que arriba hemos comentado no es algo extraño. La solución es mucho más sencilla de lo que parece. Con sólo realizar una copia de seguridad periódica de esa información, podríamos tenerla siempre guardada en algún medio extraíble. Durante los últimos meses, las copias de seguridad se han convertido en un complemento que, en muchas ocasiones, no se ha implementado en absoluto. Los problemas al intentar evitar las molestias por realizar backups son más que notables.
Es cierto que muchas veces los costes por implementar este tipo de soluciones son demasiado altos, pero también son altamente necesarios, ya que así podemos salvaguardar nuestra información personal y corporativa. No en vano, en todos los entornos profesionales se busca guardar varias copias de seguridad para evitar sustos.
Nuestra recomendación es que, aunque las copias de seguridad puedan suponer un coste adicional, se hagan todos los días con el fin de evitar problemas futuros. En el mercado existen multitud de utilidades para que se realicen de forma automática. En Windows tenemos programas como Cobian Backup o Northon Ghost, mientras que Linux tiene software como Clonezilla. En el caso de servidores dedicados, nuestra recomendación es que se utilice el propio panel para hacer backups. Incluso, Tar también puede ayudarnos a completar esta tarea.
No olvidéis que las copias de seguridad son un complemente altamente necesario en entornos personales, mientras que en zonas corporativas es algo obligatorio.